Aunque a algunos les parezca difícil de creer, al trabajar desde casa también ocurre: te sobrecargas de trabajo, te llegan mensajes a toda hora, hace días no duermes bien y de pronto te encuentras malhumorado, deprimido y extenuado. Pasa el tiempo y por más que intentas no logras recuperarte…Vas al médico y te diagnostican síndrome de burnout (síndrome del quemado en español).

¿Por qué ocurre esto si trabajar de manera remota era tu sueño? Al parecer eso no es limitativo, el burnout le suele ocurrir a quienes «han elegido su oficio de manera vocacional» y «con menos asiduidad en trabajos que se desempeñan de forma obligatoria».(1)

Es decir, le suele ocurrir a quien ama su trabajo pero quizá carece de competencias organizativas, tiene expectativas irrealistas y/o posee ciertos rasgos personales que lo hacen propenso a padecer esta afección. (1)

Trabajar de manera remota por lo general es el «sueño dorado» de quienes desean mayor flexibilidad y libertad para dedicar más tiempo a sí mismos y a su familia; lo cual a su vez genera bienestar, equilibrio y mayor felicidad. Pero muchos ingresan al mundo del teletrabajo con expectativas demasiado idealistas, sin poseer las competencias personales necesarias para mantenerse en el tiempo o simplemente se dejan llevar por la rutina y caen en un ciclo autodestructivo.

Entonces, ¿Cómo evitar que tu sueño se convierta en pesadilla?

Retoma los límites

En nuestro mundo digital contamos con infinidad de plataformas de mensajería instantánea para comunicarnos. WhatsApp, Telegram, Facebook Messenger, Mensaje Directo por Instagram, por mencionar unas cuantas.

Y de pronto te encuentras con que no sólo tus amigos y familiares sino también tus clientes se sienten en libertad de contactarte por cualquier vía, cualquier día y a cualquier hora.

Para evitar que esto ocurra ¡establece límites! El trabajar desde casa no es excusa para no tenerlos. Define y pon por escrito tu política de comunicación para cada plataforma y decide qué es apropiado y qué no lo es para ti. Luego informa de forma respetuosa pero clara tanto a tus clientes como a tus familiares y amigos. No es necesario que les envíes una copia de tu política, sólo hazles saber cuándo y cómo te pueden contactar. 😉

El celular puede ser una vía de contacto o una fuente de tormento ¡sobre todo cuando olvidamos apagar las notificaciones de noche!

Idealmente, deberías tener dos celulares o dos líneas en un mismo celular: una personal y una para trabajo. Pero si eso no está a tu alcance puedes pensar en otras soluciones como por ejemplo usar tu WhatsApp sólo para asuntos personales y tu Telegram solo para asuntos de trabajo.  Lo importante es que tengas una política, la comuniques y la hagas respetar.

Una vez que hayas comunicado tu política, debes respetarla tu también. No caigas en la tentación de responder ese mensaje de tu cliente en horas de la madrugada o el fin de semana.

En todo caso, si se hace necesaria una excepción al trabajar en un proyecto o tarea puntual debe quedar claro que será sólo durante un período de tiempo establecido que se hará la excepción.

¡Nunca permitas que otros decidan cómo tratarte, invadan tu espacio o violen tus límites! ¡Ni en el mundo real ni en el digital!

Delega de forma efectiva

Hay dos reglas básicas para delegar, la primera: delega todo aquello que sabes hacer pero no deberías estar haciendo porque afecta tu productividad y la segunda: delega aquello que no sabes o no quieres hacer.

Ahora bien, cuando delegas algo de tu negocio (en especial si estás pagando por ello) deja claras tus expectativas. Si aún delegando tienes que repetir constantemente las mismas instrucciones y hacer seguimiento continuo para que «las cosas se hagan», algo anda mal.

En otras palabras, si tú estás haciendo más del 50% del trabajo que «delegaste» mejor hazlo tu o busca otra persona en quien delegar.

Descansa

Sólo porque trabajas desde casa no quiere decir que debas ignorar tu «hora de salida». Aunque no tengas hora de entrada y salida como un empleado es necesario que organices tu trabajo en «bloques  de horas» que debes respetar.

Si decidiste que vas a trabajar en un proyecto o tarea de 3pm a 6pm por ejemplo, sólo porque tuviste un «súbito golpe de inspiración» no significa que sea apropiado que te extiendas hasta las 9pm o hasta las 11pm o hasta la 1am (¡sobre todo sin pararte de la silla!). Créeme, lo que pienses que «adelantaste» lo pagaras caro con tu salud al día siguiente o al mes siguiente o en unos meses. Especialmente si  haces de ello un hábito.

Según un artículo de Medical News Today «24 horas sin dormir equivalen a un contenido de alcohol en sangre (BAC siglas en inglés) de 0.10 por ciento. (2)

Imagina las repercusiones a largo plazo de trasnocharte constantemente. Así que ¡respeta tus horas de trabajo y tus horas de sueño!

Aprende a administrar tu tiempo

Recuerda que «el tiempo es el bien más preciado del Universo». Existen muchas técnicas y métodos para mejorar la administración del tiempo pero en mi experiencia es vital que comiences por identificar tus «ladrones de tiempo»: esas personas, actividades o costumbres que consumen tiempo y te dejan sin energías para lo verdaderamente importante.

Warren Buffett dijo: «La diferencia entre las personas exitosas y las personas realmente exitosas es que las personas realmente exitosas dicen no a casi todo».

Aprende a decir NO al amigo, familiar o vecino que interrumpe tus horas de trabajo para «que le hagas un favor» o para decirte algo que no es urgente o relevante.

Por otra parte, numerosos estudios han demostrado que el singletasking o concentrarse en una tarea a la vez es más efectivo que el multitasking o hacer varias cosas a la vez.

Apaga el celular y cierra tus sesiones en redes sociales cuando estés trabajando frente al ordenador. Si tratas de alternar entre el trabajo y Reddit mientras chateas por mensajería instantánea, te tomará más tiempo terminar lo que estás haciendo y al final te sentirás cansado/a y poco productivo/a.

En mi caso personal, decidí «darme de baja» de todas las listas de correo a las que me había suscrito. Es increíble como descargando un e-book aquí y allá llegué a suscribirme a más de 30 listas que terminaron llenado mi bandeja de entrada con más de 2000 emails en unos pocos meses.

El problema es que entre el correo verdaderamente importante «se colaban» estos correos promocionales los cuales muchas veces terminaba abriendo y «escaneando visualmente el contenido» en el mejor de los casos o «leyéndolo completo» en el peor.

De pronto caí en cuenta de que nunca iba a comprar el producto o servicio que me ofrecían en esos correos y si se trataba de una información de valor educativo para mi, iba a encontrar esa información en el Blog de esa persona o empresa donde lo podría leer según mi tiempo y conveniencia. Así que ¿para qué perder 5 o 10 minutos (multiplicado por 2000 emails) de mi precioso tiempo en ello? El tiempo que dedicaba a esos correos ahora puedo emplearlo en responder los mensajes verdaderamente importantes y urgentes.

Este es sólo un ejemplo de pequeños cambios que puedes hacer para administrar tu tiempo de forma más efectiva.

Amo trabajar desde casa, pero definitivamente no todo es «color de rosa» para quien lo hace. Yo experimenté personalmente las consecuencias de no poner en práctica los puntos aquí descritos ¡Me quemé! Por eso decidí escribir este artículo para ayudar a otras personas a que no les ocurra lo mismo.

¡Me encantaría que me dejes tus comentarios y me des tus recomendaciones si has experimentado algo similar! También, para saber más sobre este tema te invito a leer el siguiente artículo de mi Blog: Ser Asistente Virtual: lo bueno, lo malo y lo feo.

Citas:

(1) https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/sindrome-de-burnout.html

(2) https://www.medicalnewstoday.com/articles/324799.php

 

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